Ayer fue un día muy difícil para mí, bien pudo ser martes 13.
Tengo miedo de una batalla que comenzó ayer, algo que desde hace años quise hacer y en un momento donde no había planeado todo (como de costumbre) inició. No tengo ni la menor idea de lo que sigue. ¿Me quedaré sola? No quiero, no por favor.
Y tal vez no sea miedo a la soledad; hace como 3 años me sentía sola, después la medalla giró y la suerte cambió un poco más a mi favor, ahora tengo miedo de perder esa pequeña suerte, demasiado miedo de haberme acostumbrado a la agradable compañía.
Estoy arrepentida de muchas cosas, de una cadena de cosas tontas que fui tejiendo... Era como si por cada pequeña tontería me dieran una moneda y decidí crear una fortuna. Qué estúpida.
Me siento fracasada, solamente quiero dormir pero no quiero dejarme ganar, por lo menos no de ésta manera tan injusta, también he llorado y también he pensado en la muerte, he sufrido y me he cansado de esta lluvia que parece eterna. No quiero perder tan rápido.
Debo muchas disculpas, le debo disculpas a mis familiares, a los pocos amigos que tengo, a mí y ayer me disculpé con la persona que pensé que se alejaría y es tonto estar escribiendo esto con lágrimas aún en los ojos porque ayer ... ayer supe el verdadero significado de jurar amor. No me lo merezco, tengo miedo de que algo destruya ésta buena fortuna. Estoy asustada de estropearlo. Una vez más.
No quiero huir, me la paso huyendo de mí, de lo que en verdad siento, huyo de lo que quiero decir y a veces huyo tan lejos que ya no escucho los gritos que me aconsejan salir de una vez.
Tengo miedo a la traición, a una traición que yo misma pueda crear... miedo a no estar preparada para un tiempo que pueda ser peor. ¿Y qué es el miedo? Algo, quizás, que yo no puedo evitar sentir.
Quiero otra oportunidad para mí, para ser feliz. Para poder hacer feliz a otros.
Necesito un nuevo amanecer. Por favor...
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