Siempre me resulta extraño pensar en años atrás, la misma pregunta surge del fondo de mi remordimiento: "¿Qué he hecho?", y es lamentable porque la respuesta la sé bien, demasiado bien.
Es extraño y no lo es tanto, diría que es triste el reconocer que trato de culpar siempre al pasado y me quejo de que los demás lo hagan sin percatarme que vengo de la misma esencia.
Es extraño que haya parado mi vida para pensar por fin en lo que quiero hacer, sin preocuparme siquiera si en ello encontraré el éxito que de pequeña siempre anhelé, porque esas ansias no crecieron a mi ritmo, se quedaron ahí, estancadas con la niña que entre gritos sabía que todo estaría bien, sabía que alguien la abrazaba y aunque no lo viera, él estaba ahí. Ahora no todo va bien, pero sigo segura de que él está aquí, está conmigo y trata de secar mis lágrimas, porque sabe que estoy desesperada, sabe que no sé absolutamente nada de mí, sabe que entre tantos reclamos sólo pido comprensión... no más.
¿Qué será de mí?, la confianza esta en ti ... como siempre, porque el único que sabe mi dolor eres tú, y sólo tú sabes levantarme .... por más pesada que mi pena se sienta. Te amo y nunca lo dejaré de hacer, tú me has traído hasta aquí y sé bien que hay una meta adelante que pronto me presentarás y perdón si he dudado pero sé que estás, como siempre, vigilándome. No me sueltes nunca, sé que no lo harás.
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