Mi sonrisa no miente. Tú la provocaste.

Cerré los ojos aun con lágrimas cayendo y cuando los abrí estabas ahí una vez más recordándome, que por más que quiera, no me dejarás sola. Por lo menos no hoy. Secaste mi cara con tus manos e intentaste tranquilizarme con un "Te amo".

Cuando despierto veo los mensajes de mi celular, lo hago deprisa, con miedo. Pero sigue ahí el mensaje de buenas noches, entonces confirmo una vez más que no todo ha pasado en un sueño. Eres real pero todavía no lo creo.

Te beso, cierro los ojos deseando que al abrirlos sigas ahí con esa mirada que deben poseer solamente los ángeles.

Besos lentos, besos rápidos, besos cortos, besos fuertes... no importa el beso, importa la fragancia de tus labios, importa saber que me besas con el alma y no con la mente. Un verdadero beso de amor. 

Perdí la cuenta de las veces que te he lastimado y siempre estas ahí, firme y sin dudas. GRACIAS.