Otro invierno pasa.

Y por la ventana observará la hojas del árbol caer... son lágrimas, aquellas lagrimas de arrepentimiento.

Era su culpa, él se marchó por la falta de amor, de mimos, comprensión. Perfectamente sabía que la amaba, por eso pensó tenerlo "atado".. ya no es así.

Tres años han pasado, siguen cayendo las hojas.... sigue la culpa. 

-¿Qué clase de persona soy? ¿Persona con sentimientos de hiena? 

-No.- replicaba su interior.

Dando las 10 con una luna ya muy fija... seguían las hojas cayendo y con ellas los sueños de lo que "no pudo ser"

-Egoísta, obsesionada.

Recordando los besos y caricias, ilusiones de adolescente, primer beso, el verdadero amor.

-Él es feliz, yo también puedo serlo. 

A danzar sobre recuerdos, a caer en viejos sueños... imaginar que nada pasó.